Muchas
veces nosotros mismos nos arrojamos a precipicios,
pequeños
precipicios que no nos matan pero nos aturden, y nos golpean.
Caminamos
cuidando cada uno de nuestros pasos, cada piedra en el camino.
y de pronto,
nos es casi inevitable colisionar con la roca del destino,
bajamos y
subimos peldaños sin pensar en la caída, hasta ese día
que casi
sin darnos cuenta, el pensamiento de caer nos empuja y rodamos.
Así es
igual con este amor, que no debo quererte no es materia pendiente,
que el amor
a veces se torna traicionero, y te atraviesa un puñal certero
no es una
tonta ilusión, es una viva realidad que no tiene compasión.
Y así, así,
sin darme cuenta he perdido un escalón, estaba ahí y no lo vi,
y me encontré envuelta entre tus brazos,
perdida entre tus besos,
sintiendo
correr mí sangre estriptosa, alborotando
al corazón como una rosa.
Y así, así,
sin darme cuenta ni quererlo yo, así, así surgió este amor,
y así, caí
sin que lo quiera yo, rodando entre suspiros hasta el fin del escalón.
Aferrándome
al sabor dulzón que dan tus besos, al sudor que da tu cuerpo,
a tu cuello
perfumado de pasión, a tu muslo izquierdo, a tu espalda, a tu cabello de sol.
Y al final
siempre tu mano me sostiene, bendita mano que aún no me miente,
siempre tus
besos me contienen, bendita tu boca, benditas tus sienes.
Muchas
veces nosotros mismos nos arrojamos a precipicios,
pequeños
precipicios que no nos matan, pero nos aturden y nos duele.
No me
mientas amor pequeño prisionero, no me dejes caer que yo te quiero,
No me mientas
amor pequeño aventurero, que sin quererlo yo, por ti, de amor me muero.
♫❤.•*¨`*•..¸♥Ozna Yonit♥¸.•*¨`*•.❤♫
Poesías derramadas desde el alma.
“Derechos
Reservados de Autor”
República Argentina.
Mayo 24 de 2015.
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